Pedro Cané Barceló
Nació
en el barrio barcelonés de Poble Nou en 1896 y falleció en la capital mexicana el
2 de mayo de 1973. Desde que era muy joven empezó a trabajar en Badalona en la industria
del vidrio, lo que le permitió entablar relación con Juan Peiró, el principal
dirigente de los obreros vidrieros en los años previos a la Guerra Civil, y con
el que desde entonces colaboró estrechamente.
Comenzó
a destacar por su actividad militante en el Sindicato del Vidrio de la CNT, del
que fue secretario, y en la Federación Local badalonesa, en cuyo portavoz, La Colmena Obrera, publicó sus primeros
artículos. Anarquista de acción, formó parte de los grupos de defensa confederal
en los años del pistolerismo patronal y en 1919 fue detenido en Sevilla acusado
de tenencia y colocación de explosivos, proceso del que fue absuelto en 1921,
lo que le permitió residir de nuevo en Badalona, ciudad que pronto tuvo que
abandonar porque nadie le daba trabajo.
El
golpe de Estado del general Miguel Primo de Rivera, en septiembre de 1923, le proyectó
a la primera línea de la ilegalizada organización anarcosindicalista junto al
grupo de militantes próximos a Juan Peiró: Marcos Alcón, Progreso Alfarache, Pedro
Massoni... Así fue como a partir de 1926 entró a formar parte del Comité
Nacional clandestino de la CNT, lo que le obligó a exiliarse en 1929.
En
1930 cruzó de nuevo la frontera y, aunque fue brevemente detenido en Sabadell,
volvió a la actividad en el Sindicato del Vidrio de Badalona. Acudió a Madrid al
Congreso cenetista de junio de 1931 con la delegación de varios sindicatos
catalanes y, a la vuelta de este comicio, firmó el Manifiesto de los Treinta que
vio la luz el 30 de agosto de 1931 en el diario L’Opinió de Barcelona. En diciembre de ese mismo año aún fue la figura
más destacada en el Segundo Congreso Local de Sindicatos de la CNT de Badalona,
pero en 1932 los firmantes del Manifiesto fueron expulsados, y Pedro Cané pasó
a dirigir al trentismo badalonés hasta su reintegración a la CNT en mayo de
1936, un agitado período durante el que sufrió un atentado patronal en 1932 y
una detención como consecuencia de la Revolución de octubre de 1934.
Después de la
sublevación militar de julio de 1936 permaneció en Cataluña, y fue nombrado
secretario de la Federación Nacional de la Industria del Vidrio de la CNT.
Además, formó parte del Comité de Salud Pública de Badalona y desde mayo de
1938 ocupó la alcaldía de la localidad. En noviembre de 1936 la CNT aceptó
cuatro carteras ministeriales en un gobierno presidido por Francisco Largo
Caballero, y se le encargó el Ministerio de Industria a Juan Peiró, que reclamó
a su lado a Pedro Cané, como subsecretario del citado Ministerio hasta la caída
del gobierno de unidad sindical en mayo de 1937.
Se exilió en
México al finalizar la Guerra Civil, y allí defendió las tesis
colaboracionistas de Juan García Oliver y Segundo Blanco González, formando
parte del grupo llamado Ponencia. Cuando en marzo de 1942 los partidarios de
cooperar con los partidos políticos quedaron en minoría en el exilio mexicano,
García Oliver nombró un Comité Nacional sólo reconocido por los adictos a
participar en las instituciones republicanas, del que Pedro Cané fue elegido
secretario general.
Mostró su
compromiso con la estrategia colaboracionista aceptando ser nombrado
subsecretario del ministro cenetista José Expósito Leiva en el gabinete formado
en agosto de 1945 bajo la presidencia de José Giral, del que formaban parte el
citado Leiva como ministro de Agricultura y Horacio Martínez Prieto al frente
de la cartera de Obras Públicas, sin duda las dos responsabilidades más
desatinadas que puedan imaginarse en un gobierno exiliado. Los cenetistas exiliados
adversarios de la participación institucional le acusaron de no tener
inteligencia y capacidad suficiente para ese cargo. La desintegración de las
instituciones del exilio republicano, en las que la CNT quedó sin
representación desde 1947, redujo progresivamente el margen de maniobra de los
cenetistas favorables a la colaboración con los partidos políticos.
En la década de
los años 60, encontramos a Pedro Cané entre los militantes del cincopuntismo,
que eran favorables a un entendimiento con la CNS franquista en torno a un
programa común de cinco puntos, y que fueron desautorizados por la inmensa
mayoría del Movimiento Libertario tanto del interior como del exilio.
Fuentes:
CNT. Elementos para la comprensión correcta de 40 años de exilio confederal
y libertario. Paris. CNT en Francia. 1978.
JPC
Buenas tardes, por un trabajo que he completado sobre Joaquín Bassons Viñas, él menciona a Pedro Cané en el campo de Bram, al sur de Francia, donde ingresó el 2 de marzo de 1939. Un saludo Jorge Bassons
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