9 sept 2012

Castillo Blasco, Eduardo


EDUARDO CASTILLO BLASCO

 

Nació el 6 de agosto de 1903 en el seno de una familia económicamente desahogada de la localidad de Aguarón (Zaragoza). Se formó como auxiliar de farmacia, y, tiempo después comenzó a trabajar en Zaragoza al frente de un comercio. Allí conocería, siendo adolescente, a los integrantes del Centro de Estudios Sociales, un lugar al que durante los años de la Gran Guerra solían concurrir distintos ciudadanos para dar rienda suelta a sus ansias de debate. Después de asistir a algunas de sus reuniones, que le permitieron conocer el marxismo, se sumó a la Agrupación Socialista local, convirtiéndose enseguida en uno de sus más activos jóvenes. Por todo ello, fue uno de los socialistas que lograron entrar en el Ayuntamiento de Zaragoza en las elecciones de abril de 1931. A partir de esa fecha, Castillo se manifestó como uno de los más activos directivos y propagandistas del socialismo zaragozano. De tendencia moderada, pugnó para que el PSOE participara del gobierno, de tal forma que, en septiembre de 1932, sirviéndose de su posición, convenció al Comité del partido en Zaragoza, muy reticente hasta entonces, para que se sumara a esta opción. Ese mismo año ingresaría en la Logia masónica zaragozana Constancia con el nombre de Hermano Iglesias. Desde abril de 1933 sería también vicepresidente de la Comisión Ejecutiva del PSOE de Aragón. Entretanto, siguió laborando en el Ayuntamiento, pugnando por poner en marcha la política socialista, hasta que, en 1934, por los sucesos de la revolución de octubre se vio obligado a salir del concejo. En el año 1936, tras haber cosechado dos fracasos en las anteriores elecciones de diputados a Cortes, fue elegido diputado por Zaragoza.

Cuando se sucedió el golpe de Estado, Castillo estaba en la capital aragonesa por las vacaciones parlamentarias. Fue uno de los hombres que en la noche del 17 al 18 de julio se entrevistaron con el Gobernador Civil de la ciudad, Vera Coronel, para convencerle de la conveniencia de repartir inmediatamente armas entre los obreros. Sin embargo, ni él, ni los demás representantes del Frente Popular que defendían esto, lograron su objetivo. Por eso encabezó, junto al diputado Benito Pabón, una enorme manifestación que fue rápidamente reprimida por la Guardia de Asalto. Tras esto, y considerando que Zaragoza ya estaba perdida, decidió dirigirse a Madrid. Regresaría a Aragón un tiempo después, convirtiéndose en uno de los principales representantes y reorganizadores del PSOE de la región. Por ello, formó también parte de la directiva de la Federación Provincial de la UGT que se constituyó a finales de 1936. Igualmente, estuvo involucrado en la organización militar, siendo uno de los encargados de poner en marcha las Milicias Aragonesas. También fue él uno de los hombres que se entrevistaron con el presidente del Gobierno, Largo Caballero, para gestionar la puesta en marcha del Consejo de Aragón, organismo al que, meses después, ante el cambio de tendencia experimentado por los de Pablo Iglesias respecto al mismo, atacaría abiertamente. Mantuvo mejores relaciones con los sectores comunistas, y de hecho, defendió arduamente la necesidad de formar un Partido Único del Proletariado que integrara a todas las fuerzas marxistas. También experimentó grandes avances en su carrera militar: pasó de ser, en 1937, comisario de la 72 B.M. y de la 43 División, a ocupar, al finalizar el año, el puesto de Comisario general del Ejército del Este. Tras la caída de Aragón, se convirtió en el nuevo Comisario General en Valencia.

Al finalizar la Guerra Civil, emprendió el camino del exilio. Estuvo temporalmente en África, y, desde allí, puso rumbo a Santo Domingo. Arribaría a México en abril de 1941, junto a su mujer, su hija, su madre y su hermana. Allí trabajaría al frente de la farmacia El Elefante. Políticamente, mantuvo su anterior actividad. Se integró inmediatamente en el Círculo Pablo Iglesias y en la Minoría Parlamentaria Socialista, apoyando en todo momento al grupo prietista. También estuvo en la JARE, ayudando, especialmente, a los refugiados zaragozanos. En el año 1945 se integró en la Agrupación Socialista Española en México (ASEM), a la que fue fiel el resto de sus días. A partir de esa fecha, trató de compatibilizar los cargos que ocupó en ella con su labor en la Minoría. Fue, además, un activo articulista, e, incluso, formó parte de la comisión organizadora de la Revista Socialista. A partir del año 1965, después de que decidiera separarse de la Minoría por las rencillas internas, se convirtió en una de las más activas figuras de la ASEM. Años después, en 1971, ocupó también la presidencia de la sección mexicana de la UGT. Cuando al año siguiente se dividió el PSOE en históricos y renovadores, él tomó partido por los primeros. Desde entonces, sería siempre fiel a sus permisas, hasta el punto de que, cuando supo que Felipe González podía participar en un acto de homenaje que se le iba a brindar, el aragonés se negó rotundamente a que se celebrara. También participó en otros organismos que no estaban vinculados con el PSOE. Así, fue una de las principales figuras del Centro Republicano Español, en donde ocupó, durante buena parte de la década de los sesenta, el cargo de secretario. En 1974 se hizo, incluso, con la presidencia del mismo. Fallecería en México el 26 de julio de 1987.

 

Fuentes:

Archivo del Centro Documental de la Memoria Histórica Diario Oficial del Ministerio de Defensa; Fondo Esplá.

Archivo Histórico de la Fundación Pablo Iglesias AJBP 476-11, 480-4, 762-5, 821-19, 825-1, 825-2.

Archivo JARE/AMAE (M).

La Vanguardia, 1-IX-1984.

Diccionario Biográfico del Socialismo Español 1879-1939. Madrid: Fundación Pablo Iglesias, 2010.

BERNAD ROYO, Enrique: Republicanos y República: socialistas y republicanos de izquierda en Zaragoza y provincia, Zaragoza: Universidad de Zaragoza, 2003.

MARTIN NAJERA, Aurelio: El grupo parlamentario socialista en la Segunda República. Estructura y funcionamiento. Madrid. Fundación Pablo Iglesias, 2000.

SARASA BARA, Enrique: Julián Borderas Pallaruelo. Una historia del socialismo y del exilio español (1899-1980). Zaragoza: Delegación del Gobierno en Aragón, 2009.

 
 

PS

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