ANTONIO ESPINA GARCÍA
Nacido en Madrid el 29
de octubre de 1894, su figura es la de un escritor que vivió intensamente y
dejó un gran testimonio de ello, tuvo una personalidad literaria de gran
amplitud, publico poemas, relatos, biografías, ensayos y artículos sobre arte, literatura,
teatro, estética, política y acontecimientos de actualidad. Se considera que
perteneció a los escritores del 27 al lado de escritores como Federico García
Lorca. Melchor Fernández Almagro fue quien al incluirlo en la “Nómina
incompleta de la joven literatura” publicada en el primer número de la revista
Verso y Prosa lo incluye en este grupo.
Creció en una familia
liberal de clase media alta, en su mayoría
de artistas e intelectuales, se matriculó en la facultad de medicina,
aunque más tarde abandonó la carrera para dedicarse a la literatura y al
periodismo.
En 1918 publicó su
primer libro de poemas Umbrales, entrando
con esta publicación al mundo literario con nuevos horizontes estéticos de
vanguardia, este libro es acogido por los ultraístas debido a su anhelo de
ruptura y modernidad.
En 1920 publica Divagaciones del desdén en la editorial
Pueyo, entre 1919 y 1920 elabora en España
“Semanario de la vida nacional” con escritos que más tarde incluiría en Signarie su segundo libro de poemas, sus
colaboraciones continuaron hasta febrero de 1924 con artículos y poemas sobre
temas literarios, comentarios sobre arte y reseñas de libros.
Aunque mantuvo una
estrecha relación con el altruismo al mismo tiempo publica sus poemas y prosas
poéticas en numerosas revistas literarias vinculadas a la vanguardia como: Cervantes, Grecia, Tableros, Índice,
Horizonte, Alfar, Verso y Prosa, Medio día, Papel de Aleluyas, Litoral y Meseta;
Así como en revistas culturales, entre ellas, La Pluma.
En 1921 escribe en la
prensa diaria en Vida Nueva en donde
hizo crónicas de la vida cultural y críticas de arte.
De 1922 a 1923 fue
redactor del Heraldo de Madrid en
donde su primer artículo fue “Arribistas y Escépticos”, en dicha publicación colaboró principalmente en la sección de
crítica teatral; también publicó en el Heraldo algunos artículos sobre el
panorama artístico.
En esta misma época entablo
relación con maestros de la nueva literatura: Ramón Gómez de la Serna, Juan
Ramón Jiménez y José Ortega y Gasset.
En 1921 Juan Ramón
Jiménez lo invita a colaborar en la revista Índice
en cuyo segundo número publicó una serie de poemas. También le ofreció la
editorial “Biblioteca de Índice”. En ella apareció, en 1923, como primer
volumen de una colección, el libro de poemas Signario.
De 1923 a 1935 escribe
en la Revista de Occidente dirigida
por Ortega y Gasset. La mayor parte de sus colaboraciones para esta revista
fueron notas críticas sobre libros, pero también publicó fragmentos de obras
que posteriormente aparecieron en volumen y textos ensayísticos sobre temas tan
diversos como teatro, cine, historia, arquitectura y literatura. A partir de
estos momentos será considerado en el mundo de la cultura como uno de los
incondicionales integrantes de los círculos orteguianos; sin embargo, a pesar
de la admiración hacia ortega, procuró salvaguardar su independencia
intelectual.
En una colección
vinculada a esta revista, “Nova Novorum”, creada para la difusión de obras
vanguardistas de jóvenes autores, publicó dos libros de carácter narrativo: Pájaro Pinto en 1927 y Luna de Copas en 1929. Pájaro Pinto denuncia a una sociedad
frívola y vacía, la que siguió a la primera Guerra Mundial.
Espina hace uso en los
diversos textos de recursos estilísticos siempre encaminados a un alejamiento
de las técnicas realistas, se define como un autor comprometido en todo momento
con su entorno. Fue autor de numerosos libros de ensayo y biografías.
Criticó activamente la
dictadura de Primo de Rivera. A su caída, colaboró con el grupo republicano de
Manuel Azaña, afiliándose más adelante al partido Izquierda Republicana.
Gobernador civil de Baleares al inicio de la Guerra Civil fue encarcelado. Condenado
a muerte, fue excarcelado en 1944, logrando salir clandestinamente de España en
1946. Colaboró con el gobierno republicano en el exilio y el semanario La Nouvelle Espagne. Logró llegar a
México con su familia en 1948, donde se dedicó a la crítica literaria en la
revista Tiempo. Fue miembro de la
primera junta directiva del Ateneo Español de México, fundado en 1949. En 1953
regresó a España, siendo todavía procesado por el Tribunal de Orden Público en
1968 por su sus colaboraciones en la prensa internacional. Fue colaborador de
la editorial Aguilar y de Revista de
Occidente, encontrándose en tertulias con los también retornados del exilio,
Francisco Ayala y José Bergamín. Muere en Madrid el 12 de febrero de 1972.
Fuentes:
ESPINA,
Antonio, Ensayos sobre literatura,
Valencia, Pre-textos, 1994.
AA.VV.,
El exilio español en México 1939-1982,
México, FCE-Salvat, 1982.
MÁS FERRER, Jaime, Antonio Espina: del
Modernismo a la Vanguardia, Alicante, Ed. Instituto Alicantino de Cultura
"Juan Gil-Albert" / Diputación Provincial de Alicante, 2001.
www.wikipedia.org
AN/AM
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