ENCARNACIÓN FUYOLA MIRET
Nació en Huesca el 3 de
septiembre de 1907 en el domicilio que su familia tenía en la calle de Vega
Armijo. Su padre, Lorenzo Fuyola Paraíso, vinculado con el mundo de la
enseñanza, era auxiliar de Ciencias en la Normal de Maestros de la ciudad y,
desde 1923, estaría al frente, como propietario, de una Escuela privada que ubicó
en la calle de Santa Paciencia. Aquel ambiente propicio para la educación hizo
que Encarnación, por sus logros académicos, fuera una de las pocas mujeres que,
entre 1925 y 1929, tuvo la oportunidad de estudiar en la Facultad de Ciencias
de la Universidad Central de Madrid. Al concluir esta etapa, se desplazó hasta
Barcelona, donde cursó también la carrera de Magisterio. En esa ciudad estaba
cuando, en 1930, tomó la decisión de sumarse al Partido Comunista.
En el año 1933, una vez concluida su formación académica, obtuvo
las dos oposiciones a las que había decidido concurrir. Desde entonces,
compaginaría su cargo de funcionaria en el Cuerpo Auxiliar de Correos (así, en
el año 1936, pocos meses antes de que estallara la guerra, trabajaba en la
Administración principal de Madrid) con su labor como maestra. De esos años
data también su vinculación con la FETE. Su compromiso con el ideario
comunista, así como las capacidades políticas de las que hacía gala, hicieron
que sus compañeros aragoneses la eligieran como candidata de Huesca y Zaragoza
para las elecciones de diputados a Cortes de noviembre de 1933. No obtuvo
buenos resultados –como, por otra parte, era de esperar, dado el escaso
predicamento que el comunismo tenía por aquel entonces en Aragón–, pero la
experiencia permitió que su nombre fuera bien conocido entre los comunistas de
la región. Cultural y políticamente inquieta, creó por aquellos años en
compañía de Lucía Barón e Irene Falcón la publicación ¡Compañera!: el órgano de las
mujeres trabajadoras de la ciudad y del campo. Desde 1933 formó también
parte del Comité Nacional de Mujeres contra la Guerra y el Fascismo; y, de
hecho, fue una de las delegadas españolas –las otras fueron Dolores Ibárruri,
Irene Falcón y Elisa Uriz– que viajó en mayo de 1934 a París para participar en
el primer Congreso Mundial que celebró esta organización. Después de que tras
los sucesos de octubre de aquel año se considerara ilegal esta agrupación de
mujeres, Encarnación Fuyola, en compañía de correligionarias como Dolores
Ibárruri, puso en marcha la Organización Pro Infancia Obrera, de la que, a la
postre, surgiría la futura Agrupación de Mujeres Antifascistas. En la fundación
de esta última Encarnación participaría activamente, ocupando, además, su
secretaría general. Igualmente, sería dirigente por aquellos años de Socorro
Rojo. Esta labor propagandística y reivindicativa llevaría a que, en distintos
momentos del periodo radical-cedista, Encarnación fuera detenida y encarcelada
por las autoridades.
Con el estallido de la Guerra Civil, Encarnación mantuvo intacta
su actividad política y propagandística. Así, en agosto fue designada vocal en
la Junta provincial de Protección de Menores de Madrid, y, en 1937, publicó su
obra Mujeres
antifascistas, su trabajo y su organización. También continuó su labor
al frente de Socorro Rojo Internacional, e, incluso, al término de la
contienda, participó personalmente, corriendo graves riesgos, en la liberación
de varios comunistas que habían sido aprisionados en campos de concentración de
Alicante. Todo ello, junto al hecho de que, sucedido el golpe de Estado,
participara en el Frente de Madrid y alcanzara el grado de Comandante, hizo que
cuando en 1942 las autoridades franquistas le enjuiciaran, afirmaran estas que
por: “su peligrosidad, su significación y su importancia en el Partido
Comunista (…) sobrepasa a la Pasionaria”. Precisamente, en el mes de octubre de
ese mismo año su primer marido, Luis Sendín, sería fusilado en Madrid.
Encarnación llegó a Francia en el año 1939, y tras pasar una breve
temporada trabajando en tierras galas, consiguió desplazarse hasta el puerto de
Veracruz. Allí estuvo durante algún tiempo hasta que, finalmente, logró
trasladarse hasta México D.F., donde estableció definitivamente su hogar y
rehizo su vida en compañía de una nueva pareja (allí nacería también su hijo).
Se ganó la vida trabajando como correctora de estilo y realizando traducciones
de textos franceses. Igualmente, mantuvo intactos sus vínculos e intereses
políticos, prestando su pluma en publicaciones comunistas como Mundo
Obrero o España. Pero, ante todo, destacó por su actividad en la
organización Unión de Mujeres Españolas, donde, entre los años 1948 y 1950
–como mínimo–, ocupó la secretaría y la presidencia. Fallecería en México D.F.
el 8 de diciembre de 1982.
Fuentes:
Archivo
Histórico Nacional Universidades.
Registro Civil
de Huesca.
Gaceta de Madrid,
9-IX-1923, 3-XII-1930, 25-III-1936, 14-VIII-1936, 8-X-1937.
La Vanguardia,
15-VIII-1936.
BORDES MUÑOZ,
Juan Carlos: “La depuración franquista de las funcionarias de Correos
(1936-1975)”, Historia y comunicación
Social, nº 6 (2001), pp. 239-264.
DOMÍNGUEZ
PRATS, Pilar: “La actividad política de las mujeres republicanas en México”, Revista Arbor, Ciencia Pensamiento y cultura,
nº 735 (2009), pp. 75-85.
IBÁRRURI,
Dolores: El único camino. Memorias de
Pasionaria. México: Era, 1963.
ILLION,
Régine: Legislación republicana y mujeres
en Aragón: el voto femenino en Huesca, el divorcio y la enseñanza en Aragón,
Zaragoza: Gobierno de Aragón, Departamento de Educación, Cultura y Deporte,
2008.
ES
Sres:
ResponderEliminarGracias por la breve biografía de mi madre, ella ha sido olvidada en la historia de España.
Un abrazo
Rafael Chávez Fuyola
Hola Rafael, estoy investigando a tu madre para un libro sobre el Grupo femenino de la Residencia de Estudiantes.Te facilito mi correo electrónico, para seguir hablando. Saludos. cristina.escriva@uv.es
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ResponderEliminarGracias por la breve biografía de mi madre, ella ha sido olvidada en la historia de España.
Un abrazo
Rafael Chávez Fuyola