IGNACIO HIDALGO DE CISNEROS Y
LÓPEZ-MONTENEGRO
Nació el 11 de
julio de 1984 en Vitoria, hijo de una familia de carlista y descendiente del
último virrey de España en Argentina, Baltasar Hidalgo de Cisneros. Ingresó en la Academia de Intendencia
Militar en Ávila, con la intención de seguir cursos como aviador. A finales de
1919, cursa los estudios de piloto militar que se desarrollaban en el aeródromo
de Cuatro Vientos.
Tras el desastre
de Annual es destinado como piloto a Melilla, donde se le asignan operaciones
de bombardeo sobre zocos y poblados, participando en las operaciones previas a
la toma de Alhucemas en Tetuán.
En su destino
como segundo jefe de la escuela de vuelos de Alcalá, comienzan sus contactos
con los aviadores republicanos como los comandantes de Aviación Luis Riaño y
Ángel Pastor. Sin embargo, sus contactos previos con el mundo de la política
habían sido prácticamente nulos cuando se vio involucrado en la intentona
republicana de diciembre de 1930. Su entrevista con Felipe Díaz Sandino, y
posteriormente con Miguel Maura y Ramón Franco, le permitieron conocer los
entresijos de la sublevación. Asignado al levantamiento en Cuatro Vientos, fue
el encargado de lanzar sobre las estaciones del Norte y del Mediodía la señal
para detener el tráfico ferroviario, como pistoletazo para el comienzo de la
huelga general. Tras el fracaso de la rebelión, se instaló París, donde conoció
a uno de los personajes que tendría más trascendencia política en la primera
parte de su vida: Indalecio Prieto.
Con la noticia
del triunfo republicano en las elecciones municipales del 12 de abril de 1931,
vuelve a España como segundo jefe de la Escuela de Aviación de Alcalá y primer jefe unos
meses después. Su compromiso con la República se hace progresivamente más sólido,
colaborando decididamente en el proyecto de reforma militar de Azaña y en la
defensa de la República
en momentos graves como la rebelión de Sanjurjo de 1932.
Tras la
aprobación de la ley del divorcio, protagoniza uno de los escándalos más
sonados dentro de la alta sociedad con su matrimonio con la nieta de Antonio
Maura, Constancia de la Mora Maura ,
recientemente divorciada, en uno de los primeros matrimonios civiles realizados
en España.
En 1933 es
destinado como agregado de Aviación por el Gobierno republicano a Roma y
Berlín. Tras la revolución de 1934 sin permiso del Gobierno español y consiguió
sacar del país a Indalecio Prieto, con quien sostenía una gran amistad. La
dimisión que presentó inmediatamente después en su puesto como agregado de
Aviación no le fue concedida hasta septiembre de 1935.
Fue destinado a
diversos puestos en España y comenzó su trabajo en la Unión Militar de Republicanos
Antifascistas (UMRA), organización que trataba de contrarrestar la influencia
de la Unión Militar
Española (UME), de tendencias fuertemente antirrepublicanas.
Con el triunfo
electoral del Frente Popular, el nuevo jefe de Aeronáutica, Núñez del Prado, le
encargó junto a Luis Riaño un plan para “republicanizar” la Aviación , ante el peligro
de proliferación de elementos reaccionarios en un Arma tradicionalmente ligada
a la República.
Durante la
primavera de 1936, trabajó de una forma sistemática para tratar de evitar el
desarrollo de una conspiración que los miembros de la UMRA tenían fehacientemente
contrastada. Santiago Casares Quiroga, al ser nombrado presidente del Gobierno
y ministro de la Guerra ,
le designó como ayudante personal, por sugerencia de Prieto. Como el resto de
los miembros de la UMRA ,
trató de suscitar una reacción más enérgica del Gobierno, ante el evidente
desarrollo de la conspiración, que no consiguió lograr. Sin embargo, su papel
junto al jefe de Aeronáutica, Núñez del Prado, venciendo la resistencia de
Casares Quiroga fue muy importante en la preparación de un plan que permitió
que, tras el estallido de la Guerra Civil ,
la Aviación
se mantuviera leal a la República.
Desbarataron planes, destituyeron a jefes, montaron numerosos
servicios de vigilancia y trasladaron el material que los reaccionarios estaban
almacenando en Alcalá de Henares al aeródromo de Getafe. Gracias a la actuación
destacada de ambos después de la sublevación, un porcentaje mayoritario de la Aviación quedó en manos
gubernamentales. Tras el asesinato de Núñez del Prado, Hidalgo de Cisneros se
encarga de la Aviación
en el territorio de Madrid, hasta que Indalecio Prieto es nombrado ministro de
Aviación en el Gobierno de Largo Caballero e inmediatamente le designa jefe de
las Fuerzas Aéreas de la
República.
En noviembre de
1936, en estrecha relación con la marcha de la guerra y la influencia de los
partidos sobre ella, decide ingresar en el Partido Comunista, decisión que no
fue bien acogida por Indalecio Prieto. Su trabajo en Aviación fue muy
destacado: recepcionó y preparó los aviones soviéticos, organizó cursos de
pilotos en la Unión Soviética ,
dirigió la actuación de la
Aviación en la batalla del Jarama y dirigió las operaciones
militares en Aeronáutica para vencer la resistencia faísta en mayo de 1937 en
Cataluña.
Problemas de
salud le llevaron a la Unión Soviética
en 1937, donde se recuperó de un problema cardíaco. Meses después, ya bajo el
Gobierno de Negrín, fue nuevamente enviado a Moscú, esta vez para negociar el
envío de material de guerra soviético a España, para lo cual se entrevistó como
el ministro de Defensa, mariscal Vorochílov, y con Molotov y Stalin, consiguiendo un empréstito
y el compromiso de un material que nunca llegó a España, retenido por Francia.
Ignacio Hidalgo
de Cisneros salió de España tras el golpe de Casado, desde el aeródromo de
Elda, en Dirección a Toulouse. Residió en Francia unos meses, hasta que tras el
estallido de la Segunda Guerra
Mundial, se traslado a la URSS
en septiembre de 1939, realizando trabajos de técnica aeronáutica. Terminada la
guerra, se trasladó a México.
En México vivió
una temporada con su esposa, Constancia de la Mora , de la que se separó antes de que falleciera
en un accidente de tráfico en Guatemala en 1950. Sin posibilidad de desempeñar
nada parecido a su profesión en el país centroamericano, Ignacio se dedicó a
actividades comerciales como la gerencia de una marca de whisky, manteniendo una asidua relación con
personajes como Wenceslao Roces e Ignacio Mantecón y Pablo Neruda que residía
entonces en México. Relacionado con algunos intelectuales americanos, estuvo a
punto de ver una versión cinematográfica de la autobiografía que Constancia de la Mora escribió bajo el título
de Doble esplendor, proyecto que no
llegó a materializarse por el desarrollo de la “Caza de brujas” en Estados
Unidos. En México su situación económica fue precaria, pero no aceptó los
ofrecimientos que le realizaron en Estados Unidos, continuando con una
militancia comunista que cada vez le resultaba más penosa en un país donde los
exiliados españoles mantenían enconados enfrentamientos dialécticos en torno a
la legitimidad del negrinismo.
Tras un breve
paso por Francia y Polonia, en 1951, y varios países de Europa, finalmente se
instala en Bucarest, donde se publica la primera edición de su libro
autobiográfico Cambio de rumbo. Su
participación en Radio España Independiente había comenzado en 1951, pero su
protagonismo en la Pirenaica
se vio acrecentado con la emisión entre 1962 y 1965 de unas charlas militares
que se publicaron posteriormente bajo el título de Ejército y pueblo.
Ésta fue,
prácticamente, su última colaboración política antes de su fallecimiento, el 9
de febrero de 1966, en Bucarest. En 1994, sus restos mortales fueron
repatriados por sus familiares al panteón familiar en Vitoria.
MA
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