Álvaro de Albornoz Liminiana
Nacido en Luarca (Asturias) el 13
de junio de 1879. En la Universidad de Oviedo obtuvo la licenciatura de
Derecho, siendo aún muy joven. En sus años de estudiante vivió la inquietud
republicana en los círculos intelectuales ovetenses, cerca de sus maestros Leopoldo
Alas Clarín y Adolfo Álvarez Buylla, conocedor este último del marxismo
y creador de un Seminario de Sociología que funcionó en la biblioteca de la
Facultad. Este ambiente primero, y más tarde el formado en Madrid en torno a Francisco
Giner de los Ríos y la Institución Libre de Enseñanza, le reforzaron en sus
convicciones ideológicas.
Regresó a Luarca,
donde ejerció la abogacía durante más de diez años. Comenzó su militancia en el
PSOE y escribió en el periódico del partido en Asturias, La Aurora Social.
Ingresó en 1909 en el Partido Republicano Radical de Lerroux, consiguiendo el
acta de diputado por Zaragoza en 1910, acta que mantuvo hasta las siguientes
elecciones de 1914. Ese año abandonó el Partido Radical. En los años sucesivos
se dedicó a ejercer la abogacía compaginándola con una gran labor ensayística.
No sería hasta 1929 cuando en la Cárcel Modelo de Madrid fundó y lideró junto
con Marcelino Domingo el Partido Republicano Radical Socialista (PRRS).
Miembro del
Comité Revolucionario en 1930, tras la proclamación de la II República Española
fue diputado en las Cortes Constituyentes de la República y ministro de Fomento
y Justicia durante el bienio republicano-socialista. El fruto de su gestión
ministerial fueron las leyes laicas de la República (disolución de la Compañía
de Jesús, Divorcio, supresión del presupuesto de Culto y Clero, reglamentación
de las Órdenes Religiosas, etc.). En 1933 fue nombrado como primer Presidente
del nuevo Tribunal de Garantías Constitucionales. Ese mismo año surgieron
profundas disensiones en el seno del Partido Radical Socialista, ya que el ala
más conservadora del mismo liderada por Gordón Ordás se oponía a seguir
colaborando con el PSOE, mientras que el ala más progresista (encabezada por
Albornoz y Marcelino Domingo) era favorable, por lo que este sector se salió
del mismo y fundó el Partido Republicano Radical Socialista Independiente, que tuvo
una vida muy corta, ya que en 1934 se fusionaría con otros partidos, formando Izquierda
Republicana.
El 27 de julio
de 1936, una vez iniciada la Guerra Civil, fue nombrado embajador de la
República en París, hasta que en el mes de septiembre fue sustituido por Luis
Araquistáin.
Formó parte de
la Diputación Permanente de las Cortes, refugiada en Francia, que rechazó la
continuidad de la legalidad del gobierno Negrín en el exilio. Trasladado a México,
fue miembro de Acción Republicana Española y del Ateneo Salmerón. Formó parte
del comité de la Junta Española de Liberación, en representación del partido
Izquierda Republicana, colaborando estrechamente con Indalecio Prieto.
Desempeñó el Ministerio de Justicia en los gobiernos de José Giral hasta 1947,
y más tarde fue nombrado presidente del Gobierno republicano en el exilio,
cargo que ocupó al frente de dos gobiernos consecutivos: el primero, de 1947 a 1949
y el segundo, de 1949 a 1951. Los
gobiernos en el exilio que presidió fueron formados exclusivamente por partidos
republicanos y catalanistas por lo que, unido a la guerra fría y al agotamiento
de los fondos financieros, tuvieron un peso muy limitado, casi reducido a lo simbólico.
Murió en México el 22 de octubre de 1954.
Escribió
multitud de ensayos políticos: La Instrucción, el ahorro y la moralidad de
las clases trabajadoras (1900), No liras, lanzas (1903), Individualismo
y socialismo (1908), Ideario radical (1913), El partido
republicano (1918), El temperamento español, la democracia y la libertad
(1921), La tragedia del estado español (1925), Intelectuales y
hombres de acción (1927), El gran collar de la justicia (1930), El
gobierno de los caudillos militares (1930), La política religiosa de la
República (1935), Al servicio de la República. De la Unión Republicana
al Frente Popular. Criterios de Gobierno (1936), Páginas del destierro
(1941), y Semblanzas españolas
(1954).
Fuentes:
Juan Avilés, La izquierda burguesa y la tragedia de la
Segunda República, Madrid, Comunidad, 2006.
Rosario Alonso, Historia, diplomacia y propaganda de las
instituciones de la república española en el exilio, Madrid, FUE, 2005.
AM
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